A medida que octubre llega a su fin, los trabajadores se preparan para un esperado fin de semana largo, con los feriados del 31 de octubre, en conmemoración de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, y el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Estos días brindarán a muchos la oportunidad de descansar desde el jueves hasta el domingo. Sin embargo, surge la inquietud sobre cómo se verá afectado el comercio en estas fechas. A diferencia de los feriados irrenunciables, que incluyen el 1 de mayo, el 18 y 19 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1 de enero, el 31 de octubre y el 1 de noviembre no cuentan con esta consideración legal. Esto significa que los centros comerciales y supermercados podrán operar como en un día festivo tradicional. Es importante destacar que hay excepciones. Clubes, restaurantes, locales de entretenimiento, farmacias de urgencia y algunos otros establecimientos estarán abiertos, a pesar de las restricciones generales. Por lo tanto, los consumidores podrán planificar sus compras y actividades, sabiendo que el comercio funcionará de manera habitual, aunque con algunas limitaciones.
A medida que octubre llega a su fin, los trabajadores se preparan para un esperado fin de semana largo, con los feriados del 31 de octubre, en conmemoración de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, y el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Estos días brindarán a muchos la oportunidad de descansar desde el jueves hasta el domingo. Sin embargo, surge la inquietud sobre cómo se verá afectado el comercio en estas fechas. A diferencia de los feriados irrenunciables, que incluyen el 1 de mayo, el 18 y 19 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1 de enero, el 31 de octubre y el 1 de noviembre no cuentan con esta consideración legal. Esto significa que los centros comerciales y supermercados podrán operar como en un día festivo tradicional. Es importante destacar que hay excepciones. Clubes, restaurantes, locales de entretenimiento, farmacias de urgencia y algunos otros establecimientos estarán abiertos, a pesar de las restricciones generales. Por lo tanto, los consumidores podrán planificar sus compras y actividades, sabiendo que el comercio funcionará de manera habitual, aunque con algunas limitaciones.